miércoles, 16 de marzo de 2011

TLC y dificultades para los pequeños negocios en el Perú


TLC y dificultades para pequeños negocios en el Perú

Fernando J. Vega

Las autoridades de gobierno que tuvieron a su cargo las negociaciones de los diversos tratados vigentes de libre comercio, han hecho énfasis de las grandes oportunidades que surgirían para las pequeñas empresas y negocios unipersonales, ya que por medio de la web se podría acceder a millones de potenciales clientes.

Pero los pequeños negocios enfrentan dificultades para aprovechar estos tratados. Uno de ellos ha sido el método de pago, muchos compradores por internet prefieren el pago electrónico y la principal proveedora de este servicio PayPal, no facilitaba este servicio a sus usuarios en Perú. Los peruanos solo podíamos usar PayPal para comprar más no para recibir dinero en nuestras cuentas bancarias.

Afortunadamente desde enero del 2011 PayPal nos permite solicitar pagos de clientes en dólares, euros y en otras importantes divisas. Esta compañía que es el principal medio de pago en internet, nos ofrece el traslado de dinero con comisiones módicas, en comparación de transferencias bancarias u otros medios. Un pequeño comerciante que vende una artesanía en 10 dólares no se puede permitir pagar elevadas comisiones, PayPal es una buena alternativa ya que es también muy popular y aceptada en muchos países.

La otra gran dificultad que existe para los pequeños comerciantes es el envío de mercancías. Las tarifas de un "currier"son muy altas y menciono a estas empresas, porque el servicio de correos del Perú SERPOST, es una alternativa con muchos riesgos, con escaza credibilidad y con un alto índice de pérdidas, corrupción e ineficiencia.

Un país como el Perú, que está pretendiendo lograr un mayor desarrollo, necesariamente deberá de contar con un servicio de correos, eficiente, moderno, honrado y altamente confiable. La proliferación y prosperidad de agencias de mensajería, "courriers" y otras, se debe en gran parte, al gran vacío que deja Serpost por su incompetencia.

Así como se debate que la ineficiencia del Poder Judicial es incongruente con la esperanza de desarrollo del país, lo mismo sucede con el servicio postal. No puede haber desarrollo sostenido cuando el servicio de correos no es confiable, cuando los peruanos tenemos que recurrir a los servicios privados que son mucho más caros que lo que podría brindar nuestro propio servicio postal.

Un pequeño comerciante no puede permitir que su envío llegue tarde, deteriorado, o lo que sería peor, no llegue nunca. Simplemente no solo perdería un cliente, si no que perdería la confianza que es tan necesaria en los negocios. Los peruanos podemos llegar al desarrollo, pero antes tenemos que ir reformando instituciones, quizás la reforma del poder Judicial nos lleve años y mucho dinero, pero la reforma de nuestro sistema postal es tan urgente, como los es la administración de justicia.

Los funcionarios de gobierno al parecer no han tomado nota de la urgencia de este problema tan apremiante para los pequeños comerciantes, y para todos los peruanos, no han ubicado los detalles de una pequeña transacción, que multiplicada por miles, es una importante fuente de ingresos para el país y un estímulo para la creación de puestos de trabajo.

jueves, 13 de enero de 2011

HISTORIA DE UNA MONEDA

Por: Fernando J. Vega

La numismática es un pasatiempo que mi padre me enseñó, por eso cuando puedo, busco alguna pieza que incremente la colección, que es solo de numismática peruana, incluye monedas acuñadas en la colonia, “ ese largo y tranquilo episodio de nuestra historia, donde se gesta el Perú moderno” según José de la Riva Agüero, así como de nuestra convulsa era republicana. Entre pesos, dineros, pesetas, “gordos”, soles, intis, libras, de diferentes metales, oro, plata, latón, bronces, está plasmada la historia del Perú.

He encontrado monedas muy interesantes en diversas partes, ahora las consigo por internet, donde son ofrecidas desde Manhattan hasta Ucrania. Nunca me he preguntado cómo han llegado monedas peruanas hasta esas regiones, sería inútil tratar de reconstruir el itinerario de una moneda. Aquí en Trujillo, Perú, ciudad donde vivo, existe el mercado informal de Tacora, un lugar donde se compra y vende metales y otros objetos de procedencia desconocida, incluso, porque ocultarlo, es un lugar donde se compran y vende hurtos.

Entre los lugares donde se comercializa metales, hay monedas fuera de circulación, recuerdos de la trágica historia de devaluaciones e inflación, que esperan ir a la fundición y acabar ahí su existencia. Antes de ese lamentable sacrificio, he tratado de salvar algunas monedas, es así que he hallado algunas piezas interesantes, nunca de mucho valor numismático. Pero hay un rescate, que aún ahora, me cuesta creerlo.

Hace algunos años, quizás ocho o más, huroneado entre latas de monedas sucias, encontré una acuñada al martillo o comúnmente llamada “macuquina”, de pobre impresión, bordes irregulares, doblada, una pieza que no llamaría la atención a nadie. Pude ver que la moneda era totalmente diferente a las que había visto, pero muy delgada para ser peruana, era de plata muy pobre, imposible acuñada en el Perú o en alguna colonia española en los siglos XVI, XVII o XVIII.

Limpiándola con curiosidad, confieso que con un poco de codicia también, pude ver un águila. Inmediatamente me pareció un águila imperial romana, luego vi el busto de un gobernante; lo que me desconcertó fue que las inscripciones estaban inscritas en griego y no en latín. ¿De dónde podría ser? Como supondrá el lector, la adquirí por unos pocos soles, pregunté su precio y sin chistar cancelé.

La limpié con mucho cuidado, poco a poco fueron apareciendo los detalles que me permitirían identificarla. El águila, sin ninguna duda romana, se mostraba todavía arrogante y desafiante como si el Imperio Romano subsistiera aún, tenía una inscripción en alfabeto griego, una a una las letras fueron apareciendo después de ir removiendo polvo, grasa y otras impurezas acumuladas, de repente en cientos o miles de años.

En el reverso apareció la figura de un gobernante con rostro feroz, hirsuto, coronado con laureles, cuello poderoso, pensé que esa figura no era necesariamente el rostro verdadero de ese gobernante, si no que podría haberse modificado para mostrarlo con características de un hombre algo sobrenatural, como los romanos querían que sus emperadores lo fueran.

Las monedas romanas están debidamente catalogadas desde hace más de doscientos años, eruditos han contribuido a realizar este inmenso trabajo de más de mil años de historia romana. Gracias al internet y luego de algunas horas de búsqueda, repartidas en varios días, logré identificar la pieza sin ninguna duda. La moneda es llamada tetradracma, fue acuñada en el tiempo del emperador Caracalla, en el 215 después de Cristo, su lugar de acuñación es Siria, por eso las leyendas de la moneda están en griego y no en latín. El griego era muy común en oriente, incluso antes de la conquista romana.

¿Después de cuantos años le devolvían la identidad a esa moneda? ¿Cómo ha podido llegar a América del Sur, Perú, Trujillo?, ¿Quién la habrá traído? Y fueron surgiendo muchas otras preguntas, todas sin respuesta posible, hasta que llegó la pregunta que dejó a todas las demás sin importancia : ¿Cuánto costará? Con la identidad asegurada, encontrar su valor en las casas de numismática fue simple, cuesta $ 1,500 USD en una tienda especializada en Estados Unidos. Al menos eso costaba antes de la crisis mundial, no tengo idea si el mercado para este tipo de piezas ha disminuido o aumentado su valor.