miércoles, 8 de julio de 2009


¡Cuidado! Si revalida su brevete

Hace unos meses, a principios de Marzo del 2009 para ser exactos, tuve que renovar mi licencia de conducir, habían transcurridos los diez años que tenía de vigencia. Me acerqué para iniciar los trámites a la oficina del Ministerio de Transportes y Comunicaciones de Trujillo Perú. Solo logré entrar luego de sortear un enjambre de solícitos “tramitadores” dispuestos hacerme las cosas más fáciles; es decir, por un pago podía evitarme los engorrosos trámites, acortar el tiempo de los mismos, hacer que los funcionarios me trataran bien, sonrieran conmigo y hasta contestaran el saludo. Era tentador pero no sucumbí al camino fácil y me apresté a iniciar el largo peregrinaje por el lado oscuro de los trámites de la administración pública, y en especial en ese Ministerio tan “singular”.

Solicité los requisitos para renovar mi licencia de conducir de chofer particular, me entregaron un pedazo de papel fotocopiado, donde estaban los requisitos pero no me indicaban el orden como debería empezar. Fotos carné y pasaporte, copia de DNI, copia del brevete antiguo, pago de Derecho a Trámite, pago por expedición de la nueva licencia de conducir, examen médico, carta de aceptación, etc, etc. Pero lo más interesante y novedoso del trámite, era el certificado de haber concurrido a un curso de “reforzamiento” de tres horas y haber aprobado el examen respectivo. Este curso lo origina el Decreto Supremo Nº040-2008-MTC en su artículo 25, en realidad el curso se llama “Curso sobre normatividad de tránsito y seguridad vial”.

Después de haber cumplido con los requisitos y haber realizado los pagos, me acerqué a las escuelas autorizadas para dictar el curso en la ciudad de Trujillo. Ahí fue cuando inicié mi largo martirio. Bueno las tres escuelas cobraban lo mismo 100 soles, monto que me negué rotundamente a pagar, porque significaba pagar más que matricularme en la Pontificia Universidad Católica del Perú o de la Universidad del Pacífico. Después de reponerme de este absurdo, pregunté a las escuelas quién era el especialista que me iba a instruir en las reglas de tránsito, nadie me satisfizo con sus respuestas: “es un instructor”, “un licenciado”, entre otras. Consultando el decreto supremo que daba origen a este requisito, pude ver que había la posibilidad de dar un examen sin asistir a las tres horas de charla. Volví a llamar a las escuelas y mi sorpresa fue que ninguna de ellas tomaban el examen, e decir, estaba siendo conminado a asistir y por lo tanto a pagar los 100 soles.

Pero a pesar de todo no iba a cejar. Escudriñando en la página web del Ministerio de Transportes vi que una de las escuelas autorizadas en Lima era el Touring Club del Perú. Llamé para averiguar acerca de los costos del curso de marras. Para mi sorpresa me contestaron que el costo era de 15 soles y que si no deseaba asistir y someterme al examen solamente, eran 20 soles. El curso era dictado por una instructora especializada y si optaba solo por el examen, me sometía delante de una computadora que escogía de manera aleatoria las preguntas, el mismo sistema me calificaba. Debería de tener una nota de 15 sobre 20 para aprobar el examen.

Convencido que el certificado que obtendría no sería aceptado en nuestra trujillanísima oficina del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, decidí de todas maneras viajar a Lima para gestionarlo. Escogí el curso no me vendría mal refrescar mis conocimientos de las reglas de tránsito y conocer los actuales costos de las papeletas. Cuando me inscribía en el curso, un día antes, dije al encargado que necesitaba el certificado lo más pronto posible, porque el trámite lo venía haciendo en Trujillo, el empleado muy cortés me dijo que no encontraba ningún inconveniente y me preguntó extrañado porque me matriculaba ahí. Cuando supo del costo exagerado que nos obligaban a pagar en Trujillo, hizo algunos comentarios con los demás empleados e incluso llegó a los oídos de los demás interesados que estaban en esas oficinas. Todos coincidieron que lo que sucedía en Trujillo era un abuso y un absurdo.

El curso fue tedioso para todos los que asistimos, teníamos un promedio de más de veinte años manejando, nos hablaron de los niveles de alcohol, de los efectos del mal dormir, de las más intrincadas y rebuscadas normas de tránsito y luego el examen. No fui el primero en entregar la prueba pero al parecer lo hice bien. Mi nota fue 19 sobre 20 y no porque tenga una inteligencia superior, si no que lo atribuyo a mis 24 años de experiencia. Al otro día me entregaron el certificado y volví a Trujillo a enfrentarme a nuestra malhumorada burocracia.

Llegué a la Oficina del Ministerio con todos los papeles completos, un empleado lo fue revisando uno por uno y cuando pudo ver el certificado, extrañado me preguntó de donde lo había sacado. Le dije que lo había otorgado la Escuela de Manejo de Touring Club del Perú, una de las más antiguas y prestigiosas instituciones del país. Como era de esperarse me lo rechazó y me dijo que él no lo conocía. Sin perder la calma me acerqué a quién parecía ser el jefe de la oficina, a quien llamaremos el Sr. X, quien tampoco quiso aceptar los papeles pese a mi insistencia. Afortunadamente pude esa misma mañana entrevistarme con la Directora Regional del Ministerio la Dr. Carmen Malca Aguilar y exponerle mi problema. Lo primero que le dije fue que había estado convencido, desde el momento que asistí al curso en Lima, que iba a terminar hablando con ella. Me escuchó y me citó al otro día para que pueda asistir también el Ingeniero responsable del área.

A la maña siguiente estuve informando a la Directora y al ingeniero encargado, acerca del costo del curso, les mostré la boleta del Touring que consignaba los 15 soles, quedaron sorprendidos. La directora me contestó que acerca de precios ella no podía hacer nada. Eso es una verdad a medias, le dije que las tres escuelas cobraban los mismos 100 soles y que podrían haber concertado precios, eso está penado por ley, los abogados del Ministerio bien podrían tomar nota e interesarse en el tema. También señalé que el Ministerio debe velar para que la ley se cumpla, las escuelas la incumplen impunemente al negarse a tomar solo el examen tal como lo dispone la norma.

La Doctora tuvo paciencia conmigo, lo reconozco y le agradezco, pero creo que hasta ese momento, Marzo 16 del 2009, no estaba muy enterada de lo que sucedía en esa particular dependencia del Ministerio. Le objeté la falta de información que existía para los usuarios al momento de recavarla, la solución era sencilla, colocar en unos afiches indicando paso por paso el desarrollo del trámite. Le informé que cuatro cuadras a la redonda de la Escuela del Touring Club del Perú en Lima, había paneles previniendo a los usuarios a no aceptar a los tramitadores, aquí en Trujillo es todo lo contrario, los servicios de trámites e informes se publicitan incluso frente al mismo Ministerio. Solo unas semanas mas tarde, pude observar que colocaron un tímido banner en la oficina prohibiendo a los tramitadores, y señalando que toda queja se tenía que hacer por escrito. Al parecer la Dra. Malca se arrepintió de haberme atendido.

Pero esta entrevista dio sus frutos, la Directora ordenó a los empleados a recibir mis documentos pero “bajo mi responsabilidad”, me informaron que podrían ser rechazados por algún burócrata en Lima donde es revisada la documentación. Por supuesto que eso no iba a suceder porque los funcionarios en Lima confían más en una institución como el Touring que en una oscura y poco creíble escuela provinciana de Trujillo. Era solo una salida de estos funcionarios.

Agradecí por la atención a la Directora y triunfante me acerqué a entregar los documentos. Para eso varios empleados me reconocían y daban nuestra que no les agradaba mi presencia. Uno de ellos revisó y revisó, como quien busca algo, para luego detenerse en las fotografías. ¡Esta no es tamaño pasaporte! Fue su expresión triunfante. Con toda calma le informé que había tenido la precaución de investigar cual eran las medidas tamaño pasaporte. La norma era del Ministerio de Relaciones Exteriores y establecía que las medidas eran 3.5 x 4.8 cm, que podía hallarlas en la pagina web de ese Ministerio y para mayor demostración le mostré mi pasaporte que cargaba en ese momento, coincidía con las que estaba entregando. Supongo que el tamaño pasaporte que se refería este funcionario, era del formato que entregan los estudios fotográficos de los alrededores. Las fotografías que presenté las había tomado, impreso y recortado yo mismo. Gracias a las computadoras uno puede prescindir de estos molestos estudios fotográficos, donde tenemos que aceptar las fotografías incluso cuando nos desagradan.

No del todo conforme, siguió revisando y finalmente vencido, selló el cargo y me dijo que regresara en treinta días. Su jefe el Señor X (lo llamo así porque no recuerdo su nombre y no tengo el menor deseo de ir averiguarlo), me dijo en buen romance que no cantara victoria, porque todavía faltaba que lo revisaran en Lima. No le respondí, no se como, pero no le respondí.

Luego de treinta días no había respuesta y solo casi a los 80 y tantos días pude recoger mi licencia renovada por ocho años que espero no pasen tan rápido. Luego de guardarla con esmero, me acerqué al Señor X para decirle que ya había obtenido la licencia y que mi experiencia sirviera, para que otras personas no tuvieran las mismas trabas que tuve que sortear. Había demostrado que el certificado, sin duda alguna, podía ser usado en esta ciudad. El funcionario me miró y contestó: “con su antecedente ahora podremos aceptar los documentos que vengan de Lima”. Ojalá en adelante cumpla con su palabra.

El costo de la renovación de una licencia de conducir particular es de aproximadamente 90 soles sin considerar el curso, en Trujillo gracias a la obligatoria asistencia a éste, se incrementa a más del 100%. Esta medida es absurda por el terrible aumento que tiene que soportar el usuario. Estoy seguro que los funcionarios, como el Ministro y sus funcionarios mas allegados, jamás pensaron que una medida como esta elevaría el costo del documento a esas proporciones, las autoridades regionales deben hacer algo. Hace solo unos pocos días volví a preguntar por el costo del curso, 70 soles me dijeron, “pero si se matricula ahorita, podemos hacerle su descuento”. Ojalá mi intromisión a está estructura diseñada para esquilmar a los usuarios, haya provocado esta modesta rebaja.

3 comentarios:

  1. Si todas las personas dijéramos NO a la corrupción y a los tratos injustos, hace rato que habríamos hecho cambiar a nuestro país. Gracias a ti por hacerlo.

    ResponderEliminar
  2. Yo estoy terminado mi peronsal via crusis, el precio a disminuido esta en cerca de 100 soles incluyendo los anlisis clinicos un bonus pack o algo asi que me ofrecieron todo por 100 soles. queria provechar para felicitarte por tu empeño realmente si todos nos tomaramos ese tiempo y dedicacion no podria hacer lo que quieren con los usuarios, eso si aun 50 soles por 3 horas de unas clases de pesima calidad es demadiado, no lo valian al menos ya no son 100 soles

    ResponderEliminar
  3. Comenzare mis tramites de revalidacion este mes, en Chiclayo donde saque mi licencia hace 10 años , pero ya tengo un inconveniente al que espero que algunos de uds puedan responder.
    En ese timpo no habia problema con sacar una licencia en cualquier ciudad asi fue por trabajo llevo ya 14 años en chiclayo pero mi dni tiene la direccion de trujillo, asi que me dijeron que por ese inconveniente deberia tramitarla en trujillo cosa que al preguntar en las oficinas de ministerio me respondieron de mala gan y casi a gritos¨" que ud no sabe leer su licencia dice chiclayo" a lo que les respondi que en chiclayo no querian hacer el tramite por mi direccion en el dni el funcionario que no me qusio decir su nombre me dijo " ese no es mi problema cambie su direcion de dni y vuelva a chiclayo que aqui estamos ocupados "
    Amigos que medidas debo tomar ya que estos señores no dan una solucion

    ResponderEliminar